lunes, 17 de noviembre de 2014

Enemigos de la fe católica

Gente de Otras religiones: como por ejemplo el Islamismo, dispuestos incluso a matar. Después hay otras religiones como la Judía de la cuál la fe católica proviene, que sin embargo descree que Jesús sea el Mesías, pese a las profecías del Antiguo testamento. Esos signos de pre-temporalidad (profecías) y de extra-espacialidad (milagros), sólo el catolicismo los tiene.

Los empecinados protestantes: el tiempo y el espacio también vienen a contradecirlos. Todos surgieron en el Siglo XV, aunque antes habían herejías salpicadas. Es imposible que los hayan fundado Cristo, invariablemente. En cambio el catolicismo tiene una serie continua de papas desde Pedro. Además Jesús fundó 1 Iglesia, no miles como los protestantes tan desunidos.

Gente auto-proclamada Neutral: es decir como uno de los que estaban crucificados junto a Cristo. Es cierto que en este caso particular se convirtió (San Dimas), pero muy a menudo la gente neutral no defiende a Cristo. "Basta con no hacer nada para que triunfe el mal" (Burke), está claro. Con ser neutrales, para que aumente peligrosamente en contra de la humanidad.

Los desesperados pos-modernos: iniciados en prácticas aparentemente inocuas (yoga, reiki, meditación; "buena-onda") pronto descubren que no funcionan, o que funcionan a base de sobre-esfuerzo mental, y de ambos modos desesperan. Nerviosismo, negatividad; desesperación en general, terminan agarrándosela contra los pobres cristianos por ser opuestos.

Deliberados idólatras del pecado: esta son gente que quizás fue pos-moderna al principio. Toda esa espiritualidad aguada, "meditación" en la nada, "interioridad" sin Dios, reconocen que ha fracasado. Niegan la espiritualidad de plano. Especialmente el éxito espiritual (católico). Niegan lo espiritual e idolatran el poder, el consumismo; la vida licenciosa en general.

Satánicos: no porque pertenezcan a un culto satánico propiamente dicho, están no obstante virtualmente obsesionados con aborrecer el catolicismo. Están esperando que un católico diga algo, para caerle con todo tipo de estigmas. Destruyen su prestigio (momentáneamente). Actúan como si Dios no existiera, o como si no los fuera a castigar.

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