martes, 18 de noviembre de 2014

Satánicos

(Satánicos: no porque pertenezcan a un culto satánico propiamente dicho, están no obstante virtualmente obsesionados con aborrecer el catolicismo. Están esperando que un católico diga algo, para caerle con todo tipo de estigmas. Destruyen su prestigio (momentáneamente). Actúan como si Dios no existiera, o como si no los fuera a castigar.)

No son personas de otras religiones, ni protestantes tan característicamente centrados en el anti-catolicismo. Tampoco son gente auto-proclamada "neutral", creída que puede ser "buena" sin la ayuda de Dios. Ni los pos-modernos, tan nerviosos. Tan vacíos, y tan hirientes. Especialmente hacia el dócil cristiano.

Tampoco son deliberados idólatras del pecado, que están prácticamente "en otra". Estos son aguerridos enemigos, dedicados. Te odian. Se esmeran en que el odio no se note tanto. Lo dejan deslizar con des-prestigios, estigmas que intentan imponerte como si su propia vida dependiera del resultado de tan ruin proceder.

Seguro conoces a alguien que todo lo tergiversa en tu contra; a alguien que presientes que jamás podrás confiar. Obvio que tú lo amarás naturalmente. Amar es hacer el bien siempre, sin mirar a quien. Dios te permitirá amarl@. Que incluso te sueltes en su siniestra presencia. En su mentira siempre latente. Dios está triunfando así.

¿Cómo lograr contra-argumentarlos?: yo no te recomendaría contra-argumentarlos en nada en particular. Aunque parezca que no, Dios está encargándose de ellos mucho más que tú, y de modo ejemplar. Aquí lo más importante es recluirte en la oración; que reces por ellos... eso es demoledor. Rezar por ellos te hará inmune y mejor cristiano.

Si tu enemigo tiene hambre dale de comer, y si tiene sed dale de beber;
haciéndolo así amontonarás ascuas sobre su cabeza (Romanos 12,20).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.